El objetivo del osteópata es "encontrar la molestia, repararla y dejar a la Naturaleza hacer el resto".
El osteópata utiliza sus manos como herramientas de diagnóstico y método de trabajo. A través de ellas percibe la calidad de los tejidos y detecta las zonas de restricción. Luego aplica las técnicas según el tipo de tejido a tratar.
No utiliza aparatos ni prescribe medicamentos.
Una visita al osteopata cada 3 meses minimiza el riesgo de molestias.
Los ejercicios regulares, los estiramientos, los trabajos con técnicas manuales, y los consejos que el osteópata da al sujeto, pueden ayudar a que todas las partes de tu cuerpo trabajen como una sola, trabajen en sintonía.
El uso de la técnica manual alivia las tensiones que tu cuerpo sufre por actividades físicas, permitiendo que recupere su condición óptima.
Escucha a tu cuerpo, un mantenimiento osteopático regular, junto con una dieta equilibrada y saludable te garantiza unos beneficios de bienestar personal.